Desde la más temprana infancia, nos inculcaron amar y a respetar a nuestros abuelos. Sin embargo, sólo en una etapa bastante posterior de la vida nos dimos cuenta de que merecían respeto no sólo por ser ancianos o, en otras palabras, «seres mayores», sino que merecían admiración, ya que además de ser mayores que nosotros en edad, tienen mucha más experiencia, son mucho más sabios que nosotros, lo que los convierte en los mejores maestros del universo.
Nuestros padres y abuelos han tenido la dicha de ver la vida desde diversas perspectivas, mucho más amplias que nosotros.
A Ronald Reagan, ex presidente de los Estados Unidos de América, se le atribuye la iniciativa de reconocer oficialmente las contribuciones de los ancianos en la sociedad. Con el fin de dar forma práctica al proceso de pensamiento en el fondo de su mente es decir, el ex presidente promulgó una proclamación (5847) el 19 de agosto de 1988 21 de agosto fue declarado como «Día Nacional de la Tercera Edad» en el país.
Un extracto relevante de dicha Proclamación se reproduce a continuación:
«A lo largo de nuestra historia, las personas mayores han conseguido mucho para nuestras familias, nuestras comunidades y nuestro país. Esto sigue siendo cierto hoy en día, y nos da una amplia razón este año para reservar un día especial en honor de las personas mayores que significan tanto para nuestra tierra. Con la mejora de la atención sanitaria y el aumento de los años de productividad, los ciudadanos mayores están reforzando su papel histórico como líderes y como vínculos con nuestro patrimonio y sentido de propósito como individuos y como Nación. (…) La mejor manera de demostrar nuestra gratitud y estima es asegurándonos de que nuestras comunidades sean buenos lugares para madurar y envejecer, lugares en los que las personas mayores puedan participar al máximo y encontrar el estímulo, la aceptación, la asistencia y los servicios que necesitan para seguir llevando una vida independiente y digna.»
Desde entonces, el Día de la Tercera Edad se celebra en todo el mundo el 21 de agosto de cada año. El día se celebra de diferentes maneras en varios países. Sin embargo, la idea de fondo que subyace al
Con el aumento de la esperanza de vida, se espera que el número de personas de más de 60 años en la población aumente en más del doble, pasando de 10,4 millones en 2011 a 23 millones en 2036, lo que supone un aumento de su participación en la población total del 8,4% al 14,9%, por lo que es necesario reexaminar nuestras infraestructuras y servicios actuales para apoyar un envejecimiento positivo y una mejor atención a las personas mayores.
El envejecimiento de la población es una verdad demográfica preconcebida e irreversible de los tiempos actuales que, por supuesto, está asociada a los alentadores avances disponibles en materia de salud e instalaciones médicas. Con la longevidad y el descenso de las tasas de fecundidad, la población de personas mayores (60 años o más) está creciendo globalmente más rápido que la población general.