El Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, ha anulado este miércoles una norma de su predecesor, Donald Trump, que endurecía la concesión de permisos de trabajo a los extranjeros que llegan a Estados Unidos en busca de asilo, exigiendo, entre otras cosas, mayores periodos de espera y el pago de una identificación biométrica.
La directiva aplica una sentencia judicial de febrero de este año que anulaba esta normativa.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) ha recordado este miércoles en un comunicado, que el 8 de febrero dejó de aplicar las normas establecidas por el republicano Trump en junio de 2020.
Esto «elimina ciertas disposiciones que regulaban las entrevistas para las solicitudes de asilo, y la elegibilidad para la autorización de trabajo sobre la base de la solicitud de asilo pendiente», detalló.
El DHS dijo que los solicitantes de asilo que soliciten permisos de trabajo por primera vez ya no tendrán que pagar los 85 dólares que antes se exigían para la identificación biométrica al solicitar un permiso de trabajo.
Decenas de organizaciones de migrantes y de derechos humanos habían escrito al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, pidiendo la derogación de las «normas draconianas de la administración Trump para imposibilitar que los solicitantes de asilo se ganen la vida y mantengan a sus familias”.
Las normas ordenadas por la administración Trump ampliaron de 150 a 365 días el periodo de espera para que un solicitante de asilo pueda pedir una autorización de empleo y prohibieron los permisos a las personas que no entraron en EE.UU. por un puerto de entrada regular o que han sido condenadas por determinados delitos.
A partir de ahora, el gobierno solamente aplicará los criterios penales en el caso de condenas por delitos graves.
Con información de EFE