Es usual que muchos jóvenes pidan prestado a sus familiares el recurso financiero necesario para emprender su primer negocio en los EE.UU.
Esto, porque deber a tu familia y no al banco, te evita contraer grandes intereses que a veces terminan excediendo en casi la mitad, el monto a pagar por un crédito. Además, tienes la protección de que tu familia no te enviaría a la cárcel si no pagas en tiempo.
Pero, esto no dignifica que puedas ser irresponsable con la deuda que vas a adquirir, sino que debes esforzarte más para retribuir a aquellos que te aman y que han confiado en ti. De hecho, existen reglas precisas a tener en cuenta cuando te “avientas” a pedir prestado a tus seres queridos.
- ¡Sinceridad ante todo!: lo recomendable es que expliques con franqueza en qué consiste el emprendimiento en que ellos están invirtiendo y por qué es importante para ti.
- Establecer los términos del pago con claridad. No seas ambiguo con esto, porque es importante que se determine con exactitud si se tratará de un préstamo libre de intereses que devolverás en dos o cinco años, o si se va a cobrar una tasa determinada del financiamiento. En cualquier caso, es muy importante registrar un sistema de pago.
- ¡Todo por escrito! Tomen nota y redacta un acuerdo sincero, detallado, pero con lenguaje muy sencillo y claro, que resuma el momento en que se hizo el préstamo, la forma y frecuencia en que vas a pagar. ¡TODO!
- ¡Imprevistos! Es necesario que acuerden también el modo en que resolverán posibles contingencias, como pueden ser la inflación, un cambio de moneda, una caída de la bolsa, etc.
- Fija límites de pago con los que realmente puedas cumplir, y así evitarás la vergüenza de no pagar en tiempo.
- Acepta solo la suma de dinero que seas capaz de pagar. Empieza por un pequeño negocio, en el que puedas probar tus capacidades, así evitarás endeudarte con sumas que luego no sepas cómo pagar.
- Recuerda que, aunque un posible impago en este caso no afecta tu historial crediticio, sí afectaría la forma en que te perciben tus benefactores, con respecto a tus compromisos y responsabilidad social.
EL crédito social es una de las formas de supervivencia y de empoderamiento económico de la comunidad de latinos en Estados Unidos.
Encuestas de QuickBook Intuit arrojan que un 96% de los empresarios hispanos, así como de los empleados en empresas hispanas, ofrecerían apoyo financiero a sus familias de necesitarlo, y un 83% de los latinos encuestados por esta empresa manifiestan su disposición a apoyar financieramente a miembros de su comunidad.
Pero sí debes medir muy bien los riesgos y el compromiso social que acabas de adquirir.
Si lo haces, lo más seguro es que esté todo muy bien, y a medida que florezca tu negocio, puedas devolver ese dinero prestado, e incluso compensar con tu éxito a tus benefactores.