Durante casi 100 días, los precios de la gasolina en Estados Unidos bajaron, lo que supuso un alivio para los consumidores. Ahora esa alegría se ha acabado. El coste medio de un galón ha subido, aunque en algo menos de un céntimo.
La ligera subida del miércoles, hasta los 3,681 USD el galón, esta mínima subida pone fin a exactamente 98 días de descenso de los precios de los carburantes que han dado un respiro a los bolsillos de los consumidores estadounidenses.
El precio medio del galón de gasolina en Estados Unidos era de $3,681 USD este miércoles, según la Asociación Americana del Automóvil (AAA). Esto supone una subida de unas milésimas de céntimo con respecto al martes, cuando el precio era de $3,674 USD el galón.
Hasta hoy, el precio medio del carburante era de $3,684 USD por galón, según la AAA, lo que supone un aumentado de un céntimo respecto a los dos días anteriores. No obstante, este aumento, sigue estando por debajo de la media semanal de $3,703 USD de hace una semana, de la media mensual de $3,904 USD de hace un mes y, por supuesto, muy lejos de la media del 14 de junio, cuando los precios alcanzaron su nivel más alto este año, con $5,02 USD el galón.
Hay que tener en cuenta que los precios del combustible varían de un estado a otro en Estados Unidos. Mientras que lugares como California tienen un precio medio de unos $5,49 USD, superior a la media nacional, Mississippi tiene el precio de la gasolina más barato, $3,09 USD de media por galón.
Los estados con la gasolina más barata son:
- Mississippi, $3.091 USD
- Louisiana, $3.128 USD
- Georgia, $3.147 USD
- Texas, $3.153 USD
- Tennessee, $3.200 USD
- Kentucky, $3.253 USD
- Carolina del Norte, $3.349 USD
Según el director de análisis de petróleo de GasBuddy Patrick De Haan, la caída de precios de 14 semanas fue el periodo más largo que se ha visto en el país desde 2015.
Cuando en junio los precios de la gasolina alcanzaron su nivel más alto de este año, con más de 5 dólares por galón, la inflación en EE.UU. también se situó en un máximo histórico del 9,1% interanual. Los consumidores del país no solo tuvieron que combatir con los altos precios del combustible, sino también con los precios de los alimentos básicos y de la vivienda. Por lo tanto, el respiro de tres meses en el surtidor fue vital para muchas personas.
A pesar de que los precios del carburante bajaron estos días, expertos como De Haan ya preveían que los precios del mismo subirían en los próximos meses. Factores como los datos económicos que indican que EE.UU. no caerá en recesión, la fuerte temporada de huracanes y la temporada de invierno, épocas en las que se consume mucho combustible, no solo gasolina.
Según una previsión de la Asociación Nacional de Directores de Asistencia Energética (NEADA), el hogar medio estadounidense pagará un 17% más por la calefacción de su casa este invierno, alcanzando un máximo de diez años de unos 1.200 dólares por hogar. La factura de la electricidad residencial en Estados Unidos también aumentará en torno al 7,5% a partir de 2021.