Expertos financieros del importante banco norteamericano Wells Fargo, explican que durante épocas de recesión en EE. UU., los trabajadores hispanos son los más afectados por el desempleo.
Al menos así lo evidencian las encuestas realizadas durante el 2010 cuando el desempleo afectó a los latinos en casi un 13 por ciento más que en 2019; mientras que, en otras comunidades estadounidenses, o de hablantes de habla inglesa radicados en este país, el nivel de desempleo solo ascendió en un 5 por ciento en esa ocasión.
Para el 2023 se anuncia un nuevo período de bajo desempeño económico en el país de las oportunidades, que, de materializarse, puede significar un aumento del desempleo, el cual golpea mucho más a la comunidad hispana asentada en estados como Texas, entre otros aspectos, por el grado de legalidad que presenten en el país.
De este modo, muchos emigrantes se emplean en la construcción de inmuebles, un sector que ha demostrado su tendencia a perder fuerza laboral, -casi un tercio en recesiones anteriores-. Además de que, según Wells Fargo, este sector no se encuentra en su mejor momento porque también sufre el efecto de políticas monetarias de Reserva Federal (Fed), para contrarrestar la inflación.
Además, los trabajadores hispanos trabajan en otras industrias que son más sensibles a las diversas fluctuaciones o ciclos económicos del país, como el transporte, el almacenamiento y la fabricación de bienes de consumo no duraderos.
La falta de experiencia laboral también atenta en contra de esta comunidad cuando se trata de hacer reducciones de plazas. Las estadísticas publicadas por Wells Fargo demuestran esto ya que arrojan una edad promedio de 30 años en los empleados hispanos, y diez años mayor en el resto. Es decir que el tiempo promedio que llevan en el sector es menor, y esto dificulta las posibilidades de encontrar empleo en mercados laborales que serían considerados como débiles, en caso de una recesión en 2023.