¿Está el Régimen Usando a la Fuerza Armada para el Fraude Electoral?
El CN, tras un saludo fraternal de respeto, señala que «aún sin habernos encontrado me atrevo a asegurar que estás al tanto de mi trayectoria, así como yo conozco la tuya a través de referencias familiares». Rememora un incidente significativo, un llamado telefónico a las 9 de la noche en noviembre de 2015, cuando el entonces presidente Padrino le comunicó su nombramiento en la presidencia de la Junta Directiva del Iorfan (Instituto de Oficiales en situación de Retiro de la Fuerza Armada), y lo convocó a su despacho tres días después, cita que nunca se concretó.
Con un tono crítico y directo, reprocha a Vladimir «en el presente, el verdadero opresor es un régimen respaldado por ustedes, las FANB. Cuando este pueblo decides, a través de una clara victoria electoral, cambiar de curso sin recurrir a la violencia, ustedes, que deberían proteger ese triunfo, optan por apoyar al actual régimen, violando la constitución y traicionando a su propio pueblo y a sus familias».
El capitán de navío expresa su preocupación afirmando, «me tomo la libertad de tutearte, gracias a mi experiencia como veterano. Mi retiro de las fuerzas armadas se dio dos años antes de la felonía del año 1992, cuando un grupo de golpistas decidió actuar contra un gobierno electo democráticamente».
Recuerda que “si no hubiese existido una actitud de lenidad y complicidad en aquel entonces, ustedes habrían cumplido con su pena y estarían en libertad desde hace años. Aunque imperfecto, existía un sistema de justicia que hoy ha desaparecido”.
A continuación, enfatiza que «ha pasado mucho tiempo, y tú has sido una parte fundamental en los sucesos recientes, en los cuales los militares controlan el verdadero poder político y económico de Venezuela». Estos problemas han empeorado las condiciones del pueblo hasta tal punto que se asemejan a la esclavitud, afirmando que sujustificación en el pasado es aún más absurda.
Refiriéndose a un evento reciente, el capitán menciona, «cuando te vi en televisión, rodeado de esa multitud en cadena nacional, proclamando que el pueblo votó por la paz, yo ya sabía que se tramaba un fraude monumental, el más grosero de los últimos veinticinco años».
Finalmente, el capitán Añez cierra con un llamado a la reflexión: «Es hora de que consideres la historia que estás escribiendo. ¿Podrás disfrutar de tu vida en paz después de todo lo que has hecho? ¿Tendrán tus descendientes que ocultar su apellido por vergüenza?».
Alertando sobre su futuro político, afirma con determinación que «nunca estarás en el poder para siempre; el día llegará en que serás desechado. Cuando eso ocurra, quizás no te falte recursos económicos, pero sí lo que todos los militaries retirados deseamos: respeto y amistad de quienes un día fueron nuestros colegas. Todos cosechamos lo que sembramos, y tú no sembraste lo que ahora necesitarás».
«Aún hay tiempo, Vladimir. Puedes optar por seguir favoreciendo un régimen opresor o por honrar tu juramento ante la bandera y tu gente».